Barcelona es un motor indiscutible en España, pero «sufrió una complicación importante con los 'juicios', la salida de 4.000 empresas y la pérdida de reputación», admite Jordi Valls, cuarto teniente de alcalde que dirige el área de Economía. . Consejería de Hacienda y Promoción Económica del Ayuntamiento de Barcelona. El concejal destaca la imagen «positiva y fiable» que genera ahora la capital catalana tras superar la pandemia y también ocho años de «tensión y polarización del anterior gobierno municipal porque impidió llegar a acuerdos», respecto a la época de la alcaldesa Ada Colau .
Las dimisiones de Xavier Trias (Junts), Ernest Maragal (ERC) y el anuncio de la inminente dimisión de Ada Colau del Ayuntamiento de Barcelona sitúan al alcalde Jaume Colboni en un escenario «diferente», afirma Valls. Un escenario en el que, advierte, «el proceso no ha terminado del todo, porque en Quebec (Canadá) fueron diez años de auge del independentismo y otros diez años de decadencia». En estas nuevas circunstancias, el responsable del sector de «Economía, Hacienda y Promoción» del Ayuntamiento de Barcelona ha cuestionado este sábado «a los actores del ámbito económico y político español que, si quieren que Barcelona esté más cerca de España, deben estar presentes». más en una ciudad.
La convocatoria la hizo Valls a través de los micrófonos del programa «Conversas» de COPE Cataluña y Andorra, con la participación de ABC, y la hizo extensiva a «algunas de las empresas del Ibex que deberían estar más presentes en Barcelona, queriendo pero No como un mercado más, porque el cambio es un reto de todos». En este sentido, el alcalde destacó que «Barcelona es una ciudad abierta y dispuesta al diálogo con Madrid y el resto de España, pero pido respetuosamente a los actores que vengan». aquí, porque estaba enfermo allí, depresión aquí y era difícil regresar.
Valls recuerda que «Barcelona es una ciudad con grandes oportunidades económicas, la capital científica española y un centro exportador de España, que es la cuarta potencia económica de la Unión Europea». Por ello, ha destacado que «el poder económico, social y político que tiene España no existiría sin Cataluña, por lo que es el momento de trabajar juntos». y los gestos y la confianza son importantes.
El alcalde también aseguró que Barcelona quiere participar activamente en los grandes debates abiertos en España y Europa sobre vivienda, inmigración y turismo. En este sentido, afirmó, en alusión velada a unas palabras recientes de Isabel Díaz Ayuso, que “no todo acaba en la crítica a la burguesía nacionalista catalana. «Esto es una minimización», ha añadido, «y una burda explotación de la incomprensión de lo que es España. «Si somos España, desde España también debemos hacer un esfuerzo», afirmó.
Sobre la ampliación del aeropuerto, Jordi Valls defendió su finalización «para mejorar la conectividad intercontinental de Barcelona, principalmente con Asia», pero no sólo para atraer más turistas. Respecto a la tasa turística, asegura que «OBS no puede subirla más, porque ya está al máximo». Y también confirmó que en 2028 «no habrá más apartamentos turísticos en la capital catalana». A la espera de esa fecha, Valls afirmó que «aumentaremos la presión fiscal sobre los apartamentos turísticos porque son actividades económicas».
El problema del acceso a la vivienda se ha convertido en un gran reto para Barcelona, España y toda Europa. En este sentido, ha calificado la vivienda como «la nueva infraestructura que necesitamos» y ha explicado que en los próximos años llegarán recursos importantes, tanto de la Unión Europea como de todas las administraciones nacionales, para hacer frente a este problema al que nos enfrentamos el sector público. En solitario, ha admitido que no hay solución. «Hay que incentivar al sector privado, que actualmente no tiene ningún incentivo», afirmó, anunciando que en los próximos meses se cambiará la normativa que exige que el 30 por ciento de las viviendas nuevas en Barcelona cuenten con protección oficial.